Me gusta mucho recuperar y hacer útiles las cosas inútiles. Así que guardo basantes cosillas por si algún día se me ocurre algo.
Estas dos cajas son del turrón del año pasado. Eran de madera blanca con letras, la quité las letras con una lijadora, la teñí con tinte de color caoba
y la dejé secar. Días más tarde, la pinté de color marfil y la raspé para que se viera el color de la madera y así darle un toque a envejecida. Luego coloqué una servilleta entera (sin recortar) y la fuí pegando con mucho cuidado para que no se rompiera. Al final unas manos de barniz y... ya está lista para usar.
¿OS HA GUSTADO?
1 comentario:
Me parece preciosa. Menuda paciencia!!!.
Un abrazo
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